En el mundo del diseño gráfico, la ilustración es una de las técnicas más utilizadas para dar vida a nuestros proyectos. Nos permite plasmar nuestra creatividad y dar rienda suelta a nuestra imaginación. Una técnica muy utilizada es la de convertir fotografías en ilustraciones y así, darle un toque diferente a nuestras creaciones.
Lo primero que debemos hacer es elegir una fotografía que queramos convertir en ilustración. Esta fotografía debe estar enfocada y tener una buena resolución para trabajar con ella correctamente. Una vez que la tengamos, la abrimos en nuestro programa de diseño gráfico.
Para vectorizar la fotografía, podemos utilizar el comando "Live Trace" que se encuentra en la pestaña Object de Adobe Ilustrator o si usas CorelDraw, puedes hacer clic en el botón "Bitmap a Vector" ubicado en la barra de herramientas. Este proceso nos permitirá crear una imagen vectorial a partir de una fotografía. Es importante que elijamos una configuración adecuada para que el resultado final sea el que esperamos. Podemos elegir diferentes opciones en función del tipo de imagen que tengamos y del resultado que queramos obtener. Una vez que hayamos elegido la configuración, aplicamos el comando y esperamos a que el proceso se complete.
Una vez que tengamos la imagen vectorial, es posible que haya alguna parte de la imagen que no se haya vectorizado correctamente o que no haya quedado como queríamos. Es aquí donde debemos ajustar la imagen manualmente para conseguir el resultado deseado. Podemos utilizar la herramienta de selección, la herramienta de pluma o la herramienta de curvatura para hacer los ajustes necesarios.
La elección de la paleta de colores dependerá del estilo que queramos darle a nuestra ilustración. Podemos elegir una paleta de colores que sea coherente con la fotografía original o podemos optar por una paleta de colores más atrevida para darle un toque diferente a nuestra ilustración. Es importante que utilicemos colores que contrasten para que la imagen sea atractiva y resalte.
Una vez que tengamos nuestra paleta de colores, podemos comenzar a colorear nuestra ilustración. Podemos utilizar la herramienta de selección para seleccionar las áreas que queremos pintar y aplicar el color que hayamos elegido. También podemos utilizar la herramienta de pincel y la herramienta de lápiz para dar detalles a nuestra ilustración. Es importante que tengamos paciencia y que trabajemos con detenimiento para conseguir un buen resultado.
Para dar más profundidad y realismo a nuestra ilustración, podemos agregar texturas y detalles que complementen la imagen. Podemos utilizar diferentes herramientas para agregar texturas, como la herramienta de textura, la herramienta de pincel o la herramienta de lápiz. También podemos utilizar plugins o agregar objetos externos para dar un toque diferente a nuestra ilustración.
Una vez que hayamos terminado de trabajar en nuestra ilustración, es importante que la revisemos y hagamos los ajustes necesarios. Podemos modificar los colores, el tamaño de la imagen o hacer correcciones en los detalles que no nos hayan quedado bien. Es importante que revisemos nuestra ilustración en diferentes tamaños y en distintos dispositivos para asegurarnos de que el resultado es óptimo.
Convertir una fotografía en ilustración es una técnica muy utilizada en el mundo del diseño gráfico. Nos permite dar un toque diferente a nuestras creaciones y plasmar nuestra creatividad en todo su esplendor. Siguiendo estos sencillos pasos, podemos conseguir una buena ilustración a partir de una fotografía.
Con estos pasos y un poco de creatividad, podrás crear ilustraciones a partir de tus fotografías favoritas y darles un toque único y personal.